Como una de esas carambolas de billar que suceden en nuestros cielos, el pasado 21 de noviembre la coma del cometa 17P/Holmes alcanzaba un tamaño aparente de 0'6°, haciéndolo a nuestro ojo un poquito más grande que la Luna. Las siguientes fotografías, obtenidas ese día, nos lo muestran muy gráficamente: