sábado, abril 01, 2006

¿Una posible lluvia de meteoros asociada al cometa 73P/ Schwassmann-Wachmann?

Como ya es sabido por casi todos, ya que se le ha dado una gran publicidad en diversos medios últimamente, el próximo mes de mayo recibiremos la visita del cometa 73P/ Schwassmann-Wachmann.

En 1995 el núcleo de este cometa se dividió sin motivo aparente en 3 fragmentos, que fueron denominados A, B y C. El número de fragmentos ha ido variando con el tiempo y, en la actualidad, se pueden contar ocho de ellos: el principal (A), los secundarios más grandes (B y C) y una corte de pequeños fragmentos designados con las letras G, H, J, L, M y N.

Estos fragmentos pasarán más cerca de la Tierra que lo haya hecho ningún cometa en los últimos 23 años: unas veinticinco veces más lejos que la distancia a la Luna. Debido a esta cercanía, el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio de Arecibo tienen previsto dedicar algún tiempo a su estudio.

Para el posible observador hay que comentar que, según las últimas estimaciones, los fragmentos más grandes no pasarán de la magnitud 3 ó 4. Aunque no tan brillante como los famosos Hale-Bopp o Hyakutake, será una buena oportunidad para echar un vistazo a un cometa brillante y/o fotografiarlo.

Cometa 73P/ Schwassmann-Wachmann
El cometa 73P/ Schwassmann-Wachmann
visto por el Observatorio Europeo Austral (ESO)



¿Una posible lluvia de meteoros?
Este punto es muy incierto, incluso considerado como improbable por la mayoría de los especialistas. Sin embargo, pudiera darse el caso de que una nube de polvo en expansión, resultante de la ruptura del núcleo en 1995, se cruzara con la Tierra en el mes de mayo produciendo una lluvia de meteoros.

El astrónomo Paul Wiegert de la University of Western Ontario ha estudiado esta posibilidad y parece ser que todo depende de la causa que originó la fractura del núcleo.

Lo más probable es que el núcleo se rompiera por estrés térmico, es decir, el cometa se rompió cuando se aproximaba al Sol después de una larga estancia en el frío sistema solar exterior, de manera análoga a como lo hace un cubito de hielo cuando lo echamos en una bebida muy caliente. Si la cosa sucedió de esta manera, la nube de "escombros" debería estar expandiéndose muy lentamente y no debería haber lluvia de meteoros.

La otra posibilidad es que la ruptura del núcleo del cometa se produjera por el choque con algún pequeño fragmento de materia interplanetaria. En este caso, una violenta colisión produciría "escombros" en rápido movimiento que podrían alcanzar la Tierra en 2006.

Asumiendo la primera de las hipótesis, Wiegert y su equipo han calculado la trayectoria más probable para esta nube de polvo. Su resultado es que en 2022 la nube alcanzará a la Tierra, produciendo una lluvia menor de meteoros. Sin embargo, la continua ruptura de los fragmentos del cometa hacen posible una futura fuerte lluvia de meteoros procedente de las partículas que están siendo expulsados en nuevas direcciones.

Nube de polvo producida por el 73P/ Schwassmann-Wachmann
Nube de "escombros" formada por la ruptura del núcleo
del cometa 73P/ Schwassmann-Wachmann

Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en el cometa Biela, que en 1846 pudo verse como se dividía, rompiéndose por completo en 1872. Esta ruptura dio origen a tres intensas lluvias de meteoros, de unos 3.000 a 15.000 por hora, que se produjeron en 1872, 1885 y 1892.